Homenaje a Demetrio Herrera Sevillano

Demetrio Herrera Sevillano. (Poeta). Nació en la ciudad de Panamá el 27 de noviembre de 1902 y falleció el 9 de octubre de 1950. Autodidacta. El más original poeta de la vanguardia panameña, Demetrio Herrera Sevillano trascendió su tardía dimensión ultraísta para interpretar con novedad y plenitud el mundo popular y marginado de su país; se hizo muy popular con su poema “Cuartos”. 

Obras: 
Mis Primeros Trinos (1924); Mensaje en Verso (1934); Cámara fotográfica (1937); La Fiesta de San Cristóbal (1937); Los Poemas del Pueblo (1938); Antología Poética (1945); La Canción del Esclavo (1947); Ventanas (1950). 

Mención honorífica, del Premio Ricardo Miró de poesía, en 1943, con La canción del esclavo; Tercer lugar del Premio Ricardo Miró de poesía, en 1948, con Ventana. 

(Tomado de: Arellano, Jorge Eduardo. Diccionario de escritores centroamericanos / Jorge Eduardo Arellano. -- Managua: ASDI-Bibliotecas Nacionales de Centroamérica y Panamá, 1997. -- 154p.). 


Tomado de Sitio web de la Biblioteca Nacional de Panamá 


Este año, el Festival Internacional de Poesía Ars Amandi Panamá 2011 será en homenaje a este gran poeta.

La tijera

Demetrio Herrera Sevillano

La gente tiene la necesidad de clasificar a los escritores. Como Demetrio utilizaba muchas metáforas y había citado un verso de Huidobro en su primer libro, Kodak, corrieron a clasificarlo como “creacionista”, cosa que en manera alguna era. Cuando nos hicimos amigos, los liberales en el gobierno lo protegían y lo habían nombrado para el cargo de Jefe de la Oficina de Represión del Contrabando, aunque en esa época no había contrabando. Era un título sonoro, que no significaba nada. Tenía una semi-oficina con escritorio en Santa Ana, cerca del parque. La oficina era un verdadero tugurio. Se sentaba en una de las dos sillas y a cada rato estaba a punto de caerse. La otra era para los visitantes y los asuntos oficiales, aunque me imagino que nunca fue nadie en misión oficial. Yo iba por las tardes, y como entonces me gustaba mucho Huidobro, le leía Altazor, que él no conocía. Quedó deslumbrado.

Demetrio murió antes de cumplir los 50 años. Yo lo había conocido en 1944. El mismo me contó que había sido policía en Bocas (del Toro).  A la sazón, la policía bocatoreña sólo tenía dos funciones: corretear a los pelaos y meter preso al ladrón del pueblo (así, en singular). Cuando en Bocas se perdía cualquier cosa, lo metían a él a la cárcel. No voy a decir el nombre, porque lo heredó uno de sus hijos (honradísimo como su abuelo y su tío).

De hecho era un pariente lejano mío. Cuando iba a la escuela primaria pasaba por el cuartel de la policía, él se asomaba por su ventanuco y me pedía a gritos que le consiguiera cigarrillos. No dejaba de robar; creo que era medio cleptómano y cleptómano y medio. Demetrio Herrera fue policía, pero estoy seguro de que nunca lo metió preso a él, ni nos correteó a nosotros. Era el hombre más bondadoso que he conocido. Vivió toda su vida a trompadas con el hambre, cosa que nunca lo amargó. Era un pedazo de pan.

(Tomado de Memorias mínimas de Guillermo Sánchez Borbón, 
con Alberto Gualde, Editorial Sarigua, 2009)